
La importancia del colágeno

Las fibras de colágeno en el hueso están organizadas en capas concéntricas que le proporcionan resistencia. Con el paso de los años, la disminución de la producción natural de colágeno (que comienza aproximadamente a los 35 años) hace que la tasa de recambio de colágeno sea más lenta. Ese recambio más lento de colágeno puede contribuir a la fragilidad ósea.
Apoyar la nutrición con el consumo de colágeno hidrolizado representa una estrategia favorable para apoyar la formación ósea, ayudando a mantener la estructura de la articulación, devolviendo la firmeza y flexibilidad, promoviendo además la mineralización ósea y por lo tanto mejorando su resistencia.
Adicionalmente, otro efecto positivo para las mujeres es que un buen colágeno, otorga efectos benéficos en la piel, ya que restablece su tonicidad, mejorando su hidratación y elasticidad, reduciendo arrugas y combatiendo el envejecimiento dérmico.
¿Qué es lo importante a la hora de elegir colágeno?

Es importante que el colágeno garantice máxima absorción en el organismo, ya que la molécula es extremadamente grande y sin tecnología de absorción el cuerpo no lo asimila y lo elimina fácilmente.
En los suplementos de colágeno hay tecnología que permite disminuir la molécula de colágeno y mejorar la absorción: estos son los llamados “gelatina hidrolizada”, “hidrolizado de colágeno”, “colágeno hidrolizado” o “péptidos de colágeno”.
Cada una de estas preparaciones de colágeno entrega pesos moleculares distintos dado sus procesos tecnológicos y hay que buscar el que garantice el peso molecular más bajo, ya que hay consenso en la comunidad científica que un menor peso molecular de la proteína de colágeno favorece su solubilidad, lo que tiene una relación directa con su capacidad de absorción.
Por lo tanto, la utilidad de una preparación de colágeno hidrolizado depende del peso molecular resultante en su proceso de fabricación. Este peso molecular es el que determinará los niveles de absorción en el organismo y por lo tanto sus beneficios.
Calcio, Magnesio y Vitamina D: alimento para los huesos

Además del colágeno, a partir de este período se requiere que haya una buena nutrición con vitaminas y minerales que favorezcan la nutrición ósea, como Calcio, Magnesio y Vitamina D, ya que pueden modular funciones específicas del cuerpo que permiten actuar sobre el posible debilitamiento de los huesos, pérdida de densidad ósea y/o pérdida mineral.
La Vitamina D, el Calcio y el Magnesio, cumplen un rol destacado en la salud ósea y muscular. Por ello, estos nutrientes constituyen parte de la estrategia nutricional básica para mantener la integridad músculo esquelética y prevenir su debilitamiento.
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Fuente News sciences
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